Me despierto sobresaltada, la oscuridad me rodea y fuerzo los ojos para intentar ver el camino, pero no sirve de nada, todo es negro a mi alrededor.
Hace mucho que perdí la luz que me guiaba, y desde entonces he intentado por todos los medios volver a encenderla pero no he podido.
He andado sin rumbo pero sin detenerme, había algo en mi interior que no me permitía parar, quizás el miedo de saber que si lo hacía no podría volver a arrancar.
Era como un autómata, mi caminar no tenía sentido, no había ningún destino, nadie esperándome al final del trayecto, pero yo continué mi marcha.
Ha sido un camino solitario y silencioso, y al final me venció la desesperación.
Ahora estoy muy cansada, me he sentado mirando al cielo, buscando esa estrella que me guiaba, pero ella tampoco está conmigo, como todos me ha abandonado.
La tristeza y la desolación se van apoderando de mi corazón herido de muerte, las lágrimas tan conocidas para mi empiezan a caer lentamente...ellas también están cansadas.
El sueño acaba venciéndome, y yo me dejo conquistar, no ofrezco resistencia, en mi interior deseo que ese sueño sea eterno para acabar con este dolor que es mi existencia.
Un ruido me despierta, y oigo pasos que se acercan, pero mi cuerpo ya no responde, las pocas fuerzas que me quedaban han desaparecido.
Noto un roce en mi mejilla, siento una presencia a mi lado y alzo la mirada ...y entonces te veo.
Quizás mi vista me engaña pero estiro mi brazo para coger esa mano que me ofreces y me aferro a ella con desespero, como si fuera mi última oportunidad.
No se quien eres pero el contacto con tu piel enciende en mi una pequeña llama de esperanza y me transmite el calor que mi corazón había perdido.
Quizás puede brillar un nuevo amanecer en mi vida?
Me aferro fuertemente a tu mano mientras me susurras al oído: caminas conmigo?
Y al mirarlo a los ojos la estrella se enamoró de aquel angel perdido, y supo que desde aquella noche su luz ya tenía dueño
miércoles, 4 de marzo de 2015
miércoles, 14 de enero de 2015
DESTINO AMOR
Por fin llegó el día y
casi no podía creerlo, tras varios meses hablando, compartiendo
confidencia e ilusiones hoy íbamos a conocernos.
Después de tanto tiempo
soñando con este momento no podía evitar esa punzada de miedo en mi corazón, no
podía callar esa voz que me susurraba al oído: seguro que no le gustaras,
no volverás a saber de él, no creas que esta vez es diferente te dejará como
todos..........CALLA CALLA YA POR FAVOR NO QUIERO OÍRTE!!!!
Había estado aplazando
este momento, aún deseándolo con toda el alma, iba posponiendo ese instante,
ese vernos cara a cara, pero últimamente el lazo entre nosotros era ya
demasiado fuerte, y la necesidad de sentirle cerca casi insoportable.
Y ahí estaba yo, temblando como una niña en su primera cita,
esperando verle aparecer, notando como a cada minuto que pasaba mi pulso se iba
acelerando.
El lugar que habías
escogido para nuestra primera cita era realmente maravilloso; no había oído
hablar nunca de este pequeño pueblo costero que casi no salia en los mapas, era
realmente el escenario ideal para nuestro encuentro.
Miré el reloj con
nerviosismo.
- Y si no viene... y si
se ha arrepentido...
No Dios mio, dime que
no me vas a negar esta oportunidad de ser feliz,
quiero creer que puede ser distinto esta vez.
Llamé al camarero
levantando la mano, necesitaba urgentemente beber algo, tenia que distraer mi mente un momento, la inseguridad
y el pánico me estaban atrapando entre sus garras.
Pero al girarme de
nuevo sentí un leve escalofrío, estabas sentado junto a mi,, de
donde habías salido?ni siquiera te había oído llegar...mierda y este corazón
que se me iba a salir del pecho....
por un momento quise escapar pero ya era demasiado tarde.
De repente ahí estábamos, sentados uno frente al otro en aquel bar
junto al mar, en silencio pero robándonos las miradas mientras tratábamos de
explorar nuestros rostros hasta ahora desconocidos.
Ángel....(tu nombre sonó extraño en mi boca al decírtelo cara a cara) ayúdame a inventar nuestra historia...
Sin decir nada cogiste mi cara entre tus manos, la acercaste a ti y me besaste con la ansiedad de quien teme una pronta despedida.
Ángel....(tu nombre sonó extraño en mi boca al decírtelo cara a cara) ayúdame a inventar nuestra historia...
Sin decir nada cogiste mi cara entre tus manos, la acercaste a ti y me besaste con la ansiedad de quien teme una pronta despedida.
Noté que las lagrimas empezaban a caer por mis
mejillas sin que pudiera hacer nada para evitarlo;
- Se que te dije que no
lloraría pero es que son lagrimas de alegría y necesitaba compartirlas contigo,
no te enfadas no?
Me miraste sonriendo, mientras tomabas
mi mano entre las tuyas y me decías:
-
Eso nunca, llevamos demasiado tiempo buscándonos para perder el tiempo
con eso, nos espera toda una vida de sueños por cumplir Estrella...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)