Por fin llegó el día y
casi no podía creerlo, tras varios meses hablando, compartiendo
confidencia e ilusiones hoy íbamos a conocernos.
Después de tanto tiempo
soñando con este momento no podía evitar esa punzada de miedo en mi corazón, no
podía callar esa voz que me susurraba al oído: seguro que no le gustaras,
no volverás a saber de él, no creas que esta vez es diferente te dejará como
todos..........CALLA CALLA YA POR FAVOR NO QUIERO OÍRTE!!!!
Había estado aplazando
este momento, aún deseándolo con toda el alma, iba posponiendo ese instante,
ese vernos cara a cara, pero últimamente el lazo entre nosotros era ya
demasiado fuerte, y la necesidad de sentirle cerca casi insoportable.
Y ahí estaba yo, temblando como una niña en su primera cita,
esperando verle aparecer, notando como a cada minuto que pasaba mi pulso se iba
acelerando.
El lugar que habías
escogido para nuestra primera cita era realmente maravilloso; no había oído
hablar nunca de este pequeño pueblo costero que casi no salia en los mapas, era
realmente el escenario ideal para nuestro encuentro.
Miré el reloj con
nerviosismo.
- Y si no viene... y si
se ha arrepentido...
No Dios mio, dime que
no me vas a negar esta oportunidad de ser feliz,
quiero creer que puede ser distinto esta vez.
Llamé al camarero
levantando la mano, necesitaba urgentemente beber algo, tenia que distraer mi mente un momento, la inseguridad
y el pánico me estaban atrapando entre sus garras.
Pero al girarme de
nuevo sentí un leve escalofrío, estabas sentado junto a mi,, de
donde habías salido?ni siquiera te había oído llegar...mierda y este corazón
que se me iba a salir del pecho....
por un momento quise escapar pero ya era demasiado tarde.
De repente ahí estábamos, sentados uno frente al otro en aquel bar
junto al mar, en silencio pero robándonos las miradas mientras tratábamos de
explorar nuestros rostros hasta ahora desconocidos.
Ángel....(tu nombre sonó extraño en mi boca al decírtelo cara a cara) ayúdame a inventar nuestra historia...
Sin decir nada cogiste mi cara entre tus manos, la acercaste a ti y me besaste con la ansiedad de quien teme una pronta despedida.
Ángel....(tu nombre sonó extraño en mi boca al decírtelo cara a cara) ayúdame a inventar nuestra historia...
Sin decir nada cogiste mi cara entre tus manos, la acercaste a ti y me besaste con la ansiedad de quien teme una pronta despedida.
Noté que las lagrimas empezaban a caer por mis
mejillas sin que pudiera hacer nada para evitarlo;
- Se que te dije que no
lloraría pero es que son lagrimas de alegría y necesitaba compartirlas contigo,
no te enfadas no?
Me miraste sonriendo, mientras tomabas
mi mano entre las tuyas y me decías:
-
Eso nunca, llevamos demasiado tiempo buscándonos para perder el tiempo
con eso, nos espera toda una vida de sueños por cumplir Estrella...