Y al mirarlo a los ojos la estrella se enamoró de aquel angel perdido, y supo que desde aquella noche su luz ya tenía dueño




viernes, 12 de febrero de 2010

EL ESPEJISMO DEL CORAZÓN


El llegó a su vida una noche de verano, cuando a ella ya no le quedaban días, cuando la luz de su corazón se estaba apagando para siempre.
Llegó sin avisar como llegan las pequeñas alegrías, las ilusiones inesperadas, las sorpresas nunca soñadas...
Llegó en forma de palabras tristes, sentimientos hechos dolor, amores perdidos, palabras calladas, silencios encontrados.... una marea de letras que empezó a golpear su corazón dormido, rompiendo lentamente esa dura coraza que se había ido formando con el tiempo, ese tiempo que a ella ya se le acababa.
Poco a poco una pequeña luz fue iluminando sus días, dándole una razón para seguir viviendo; cuando ella le leía encontraba en sus relatos esa dosis de oxígeno que le hacía seguir respirando, soñando quien era ese desconocido que tenía unos sentimientos tan puros, que podia sentir tanto amor, y que hacia latir su corazón de manera incontrolada.
Noche tras noche lo soñaba, lo imaginaba, y despertaba con la ilusión de volver a disfrutar de sus palabras, empaparse de ellas y hacerlas suyas, envidiándolas en secreto por poder estar tan dentro de él.
Un día, como si de un milagro se tratara, él se hizo real, aquellas palabras que hasta entonces estaban mudas tuvieron voz y despertaron en ella la ilusión perdida, la alegría ya olvidada; y el amor entró de golpe en su vida, cuando ella ya no creía en su existencia.
Lentamente se fue dejando llevar por esa corriente de nuevas sensaciones y emociones que acariciaban suavemente su alma hasta entonces dormida, sonrisas que iluminaban sus ojos apagados,
Su corazón maltratado se abrió totalmente, rendido a ese poeta que minuto a minuto lo llenaba de calor, que lo hacia vibrar sin saber porque; y se entregó sin pensarlo a esa felicidad, a esa última oportunidad que le era brindada .
Pero un día inesperado, las palabras que habían encendido esa luz desaparecieron de repente y el silencio llegó matando la ilusión, arrasando los sueños creados, rompiendo en pedazos el corazón desprotegido, devolviéndola a ese mundo real donde los milagros no existen.
Y ella se encerró de nuevo en su torre, volviéndose a construir con muros de dolor y lágrimas una nueva armadura de la que ya nunca más saldría.

5 comentarios:

Cantares dijo...

Aunque sea al final del camino, sentir amor es una maravilla.
Precioso y triste tu dulce relato.Besos

azul dijo...

Jo que pena...se me puso la piel de gallina imaginandomela ...

Un beso

ARO dijo...

Una historia bonita y real, que se habrá repetido en multitud de ocasiones y que tú cuentas con maestría. Saludos.

ANTARES dijo...

Gracias

Anónimo dijo...

bueno, es comprensible que se cerrara, pero bueno, hay que dejar algo, ni que sea una rendijilla, por si alguien luminoso aparece, pues si no hay rendijilla, puede que no se de cuenta y pase de largo:) sha-bee